Saturday, December 02, 2006

Política internacional y otras mierdas


Hace días que el inodoro/váter/toilet/WC tiene una caja de crayolas (o una gallina con cuatro pollitos, o un par de calcetines sucios, o una cajita feliz de McDonalds) atorada en la tubería. Anoche Sara no aguantaba más, así que decidimos ir a una fiesta para que pudiera usar el baño.

En la fiesta:

Los mismos de siempre rodeados de otros. Desconocidos internacionales, la mayoría, menos insípidos que los gringos, pero tampoco mucho mejor. Bailaban al ritmo de Moby “PLAY”. Yo miré sorprendida por un rato, maravillándome de que esa música fuera bailable, pensando como innumerables veces he escrito un paper escuchándola. Creo que tenemos conceptos diferentes sobre lo que es una pachanga, pero qué se puede esperar. Al rato y ante el aburrimiento de muchos latinoamericanos que pedían a gritos que les cambiaran aquella musica de ascensor, acudí al brasileiro dueño de la casa y le supliqué que pusiera algo traído de su país. Cual sería mi sorpresa al escuchar lo que se podría describir como Moby “PLAY” en portugués. La globalización está acabando con la diversidad.

La que se la estuvo pasando en grande fue la rusa. Como viene de un país comunista, la rusa no cree en la propiedad privada. Su generosidad no conoce límites, ella es de todos y para todos. Desde su llegada al Town se ha ocupado de darle terapia a la jauría de perros realengos que son nuestros amigos solteros, que uno a uno se han turnado para tener sus cinco minutos de fama con ella.

Anoche le toco a uno que desembarcó hace poco desde un país cuya geografía se asemeja a las botas nuevas de dominatrix que me compré para salir de mi última depresión. Felizmente, se proponía remover el atole proveniente de una isla comunista bajo una dictadura y de otro país que por poco lo fue, hasta que encontraron al presidente muerto de un misterioso tiro disparado por la pistola del dictador que les menciono. ¿Complicado? Aten cabos.

Pero antes de que el sujeto en cuestión le pudiera decir a la rusa “véngase mija” apareció Otro y a pesar de sus ideales comunistas, desde la caída de la Unión Soviética, la rusa cree en el libre mercado y la igualdad de derechos. Al momento de yo irme se encontraba como el jamón del sándwich, con uno por detrás y otro por delante y esperemos que así haya pasado la noche entera, en plan Liga de las Naciones Unidas, sin que se armara una guerra, ni explotara la bomba atómica.

Yo dormí lo que quedaba de la noche sin el colombiano que hubiese estado dispuesto a acompañarme, pues falta poco para que se acabe el semestre y no estoy para darle explicaciones a nadie. Esta mañana me desperté para atender la visita del plomero que pidió $350 por sacar la obra de Neruda en tres volúmenes de la tubería. Por ese precio, que se quede ahí con todo y veinte poemas de amor. Mejor sigo el consejo de mi madre y pongo una lata de galletas “Sultana” en alguna esquina del baño.

Mientras tanto, hago como hice esta mañana. Me voy por el pasadizo a casa de Violeta con el rollo de papel higiénico en la mano, como cuando uno está acampando. Es que a ella se le acabó.