Nos quejamos de los estereotipos. Incluso dentro del Departamento de Lenguas Romances, descubrimos personas que, encargadas de transmitir nuestra literatura, repiten el estereotipo cultural. Sonreímos. Exportamos a la academia lo que muchos de antemano quieren comprar: el realismo mágico y una imagen paralela a la de Carmen Miranda, quien, como todos sabemos hasta el hartazgo, representaba a Brazil com os seus olhos abiertos y desmesurados, su bunch de bananas en la testa y su portuguesa nacionalidad. No en todas las aulas, claro. A veces la distancia proporciona lucidez y claridad.Esta mañana, en la puerta de la escuela de la Niña, había un grupo de 4 ó 5 personas. Algo muy extraño (y además, conversando). Escucho la palabra "costume" y hago el click evidente: Están hablando de esta noche de carnaval. ¿Qué escucho? "O yeah, bananas on our heads". Genial. Sambearé esta noche y tal vez los encuentre.
Maravilloso el video de Caetano joven cantando "O estrangeiro":
E eu menos estrangeiro no lugar que no momento
Sigo mais sozinho caminhando contra o vento
Maravilla de la contracultura:
Suelo decir que, si hubiese dependido de mí, Elvis Presley y Marilyn Monroe nunca se habrían convertido en estrellas.
En cuanto a Marilyn, como su papel de diosa de la belleza no nos parecía convincente e ignorábamos que ser norteamericana era una condición necesaria para que se convirtiese en una verdadera celebridad mundial, no veíamos en ella, más que una vulgar imposición comercial. La primera vez que la vi en la pantalla(interpretaba el papel de una niñera extravagante) fue en Río, donde viví un año cuando cumplí los catorce. Se me antojó sólo una rubia estereotipada que se había hecho famosa en Estados Unidos. Caetano Veloso, Verdad Tropical.
Después surgió la antropofágia y todo el asimilar. Y no soy la única. Me cuenta de un músico que en Buenos Aires jazzeaba y en New York meta folclór. No sé porqué me maravilló tanto. A los 19 yo tenía el pelo absurdamente corto y naranja y amaba -igual que C.- películas como "La Notte" de Antonioni. Pero el Niño está en esa edad en que si uno no se ilumina se vuelve influenciable y aunque mi confianza es total, mi resistencia también. Mientras tanto, resistir esperando el verano: mi destino el clishé y el estereotipo. Voy a Bahía con una mochila que solo tenga ropa blanca. Me han dicho que es así como se viste la gente ahí.













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