En la serie que nos antagoniza, cuando las protagonistas se deprimen van y se compran zapatos de $200. Cuando están hastiadas van y follan como las diosas con sus zapatos de mucho dinero. Nosotras cuando estamos desganadas nos intercambiámos los cinco trapos que tenemos. Cuando queremos follar, usamos la mano o, si bajamos los estándares, salimos con uno de estos insípidos que estará toda la noche repitiendo: "oh, what a cultural night". Esto si tenemos la suerte de pescar a un insípido. Muchos insípidos de este pueblo, incluso, no follan porque les da cargo de conciencia. Ría está considerando salir con un potencial insípido . Quizá me pide prestado mi zapato negro. El zapato negro me acompañó el día que fui a un restaurante con una decoración espantosa. Era la segunda vez que íbamos. La primera vez tampoco pagamos. Nos suelen invitar personas que nos quieren conocer o personas que quieren que conozcamos a alguien. Es el restaurante de negocios de la corporación universitaria. El zapato negro y yo no nos llevamos tan bien como parece. Realmente, me canso de él si lo tengo que usar por más de un par de horas. Además, lo calzo por necesidad, porque no tengo otro zapato negro que calzar. El zapato negro no es mi tipo. No es feísimo tampoco, pero no sería mío sino fuese porque era una ganga en una tienda de marcas famosas por mucho menos y necesitaba un zapato de su color. Mi relación con el lugar en el que vivo es parecida a la que tengo con el zapato negro. Estudio en un sitio famoso por mucho menos. Me canso del lugar con facilidad. Los sitios a los que me invitan son todos como el restaurante kitsh. Y así. Esperemos que el gringo de Ría no sea como el zapato negro.Friday, February 17, 2006
El zapato negro
En la serie que nos antagoniza, cuando las protagonistas se deprimen van y se compran zapatos de $200. Cuando están hastiadas van y follan como las diosas con sus zapatos de mucho dinero. Nosotras cuando estamos desganadas nos intercambiámos los cinco trapos que tenemos. Cuando queremos follar, usamos la mano o, si bajamos los estándares, salimos con uno de estos insípidos que estará toda la noche repitiendo: "oh, what a cultural night". Esto si tenemos la suerte de pescar a un insípido. Muchos insípidos de este pueblo, incluso, no follan porque les da cargo de conciencia. Ría está considerando salir con un potencial insípido . Quizá me pide prestado mi zapato negro. El zapato negro me acompañó el día que fui a un restaurante con una decoración espantosa. Era la segunda vez que íbamos. La primera vez tampoco pagamos. Nos suelen invitar personas que nos quieren conocer o personas que quieren que conozcamos a alguien. Es el restaurante de negocios de la corporación universitaria. El zapato negro y yo no nos llevamos tan bien como parece. Realmente, me canso de él si lo tengo que usar por más de un par de horas. Además, lo calzo por necesidad, porque no tengo otro zapato negro que calzar. El zapato negro no es mi tipo. No es feísimo tampoco, pero no sería mío sino fuese porque era una ganga en una tienda de marcas famosas por mucho menos y necesitaba un zapato de su color. Mi relación con el lugar en el que vivo es parecida a la que tengo con el zapato negro. Estudio en un sitio famoso por mucho menos. Me canso del lugar con facilidad. Los sitios a los que me invitan son todos como el restaurante kitsh. Y así. Esperemos que el gringo de Ría no sea como el zapato negro.












<< Home